El primer rey francés de Navarra y el primero personalmente relacionado con Olite
2021-01-17
Asociación Cultural y Peña Sanferminera Pompaelo presentó este martes por la noche, telemáticamente, su nueva iniciativa editorial. Ha contado con presencia de socios, académicos, autores y distribuidores de Navarra y de fuera de ella, así como del equipo de trabajo de dentro y fuera de la Asociación que está dando vida al proyecto.
"Tenemos muy claro que nos gusta la historia, y nos gusta la historia sin filtros, la historia contada sin los prejuicios y sin la agenda política que hoy se ve demasiado", ha indicado Miguel Cornejo señalando a los estatutos de la Asociación. Prejuicios y agenda que a su entender no comparten la inmensa mayoría de los navarros ni de los autores potenciales, pero "la gente que no comparte esa agenda no encuentra cómo publicar y distribuir en Navarra".
En el mismo sentido se han expresado el resto de ponentes. "En Navarra tenemos una enorme carencia", ha señalado Fernando Vaquero, "no existe una gran editorial, una gran entidad que impulse a los autores autóctonos que no sean nacionalistas. Cualquier autor navarro edita en Almuzara, que está en Andalucía, en Aranzadi Thomson que está en Madrid, o en la Fundación Popular de Estudios Vascos. Existe una demanda, existe una necesidad, y por lo tanto creo que esta iniciativa nace en el momento adecuado". A su vez, Pablo Camba ha explicado que "la iniciativa surge porque el panorama que tenemos en Navarra es bastante desolador. Te pasas por la Semana del Libro y toda la temática es abertzale, editoriales abertzales. Creo que es necesario y muy importante tener un contrapunto. Y, ahora que está de moda lo de la batalla cultural, tener otro tipo de iniciativas que no sean las del pensamiento único".
"Ya hemos empezado el proyecto, probando con algo más que gaseosa. Ya hemos puesto a disposición de los lectores navarros textos sin esos filtros ideológicos, y textos de "ensayo político" que ayuden a la reflexión y al debate de lo que creemos que es necesario. Abrir un poco el debate sobre los temas cívicos en Navarra, y al mismo tiempo cambiar un poco el contexto que se viene queriendo dar de quiénes son los navarros y de dónde vienen", ha dicho Cornejo.
Para ello, el proyecto pretende tanto recuperar textos "olvidados pero importantes" que ya no se pueden encontrar en las librerías pero tienen un indudable valor, así como generar nuevos títulos sobre figuras interesantes o poco estudiadas, o que aborden el debate comentado. En ambos casos un equipo voluntario y experimentado procesa, edita, maqueta y diseña los libros. EL resultado se puede ver ya en Amazon, en forma de libro electrónico y también impreso (en tapa blanda).
El primer título publicado es una reedición adaptada de la 'Vida y aventuras de don Tiburcio de Redín, soldado y capuchino' de Julio Puyol. Tiburcio de Redín fue un pamplonés memorable, capaz de plantar cara a piratas, alguaciles y validos del rey, y una muestra de un tiempo cuya historia "ha sido manipulada y tergiversada por personas con un ideario político y un proyecto desmemorizador", en palabras del historiador Pedro del Guayo.
El segundo es una biografía de Teobaldo I, el primer rey francés de Navarra y el primero personalmente relacionado con Olite, donde no sólo estableció un palacio sino (de acuerdo con la tradición) distintos cultivos hoy característicos de la zona. Teobaldo pacificó el reino a la muerte de Sancho el Fuerte, hizo poner por escrito los Fueros, modernizó la administración y aumentó la prosperidad. Fue un rey medieval con sus luces y sus sombras, que protegió a los judíos y apartó la Inquisición de Navarra (al precio de quemar herejes en Francia), que abandonó sin permiso la cruzada contra los albigenses y lideró otra en Tierra Santa, consiguiendo liberar Jerusalén sin exterminar a nadie. También fue uno de los mayores poetas del Siglo XIII. Tibalt, Thibaut, Teobaldo el Póstumo, Teobaldo el Trovador, está lleno de acertijos y de sorpresas que este libro nos acerca. Y la Navarra de su tiempo aparece también tal y como era, sin inventos ni deformaciones.
Tibalt, Thibaut o Teobaldo, el primer rey navarro de una dinastía francesa es uno de los grandes desconocidos de nuestra historia. A caballo entre un reino sin crónicas y otro en el que se dedicó a llevar la contraria a la corona, su figura se ha fragmentado y era difícil verla completa. Las perspectivas francesa, navarra, castellana e inglesa son difíciles de cuadrar y dan lugar a decenas de interrogantes. Por eso se ha convertido en el primer proyecto editorial propio de Pompaelo.
Teobaldo el Póstumo nació huérfano de padre , y sólo gracias a la increíble tenacidad de su madre, Blanca de Navarra, consiguió conservar los títulos sobre los condados de Champaña y Brie frente a todo tipo de amenazas de vecinos, usurpadores, y reyes rapaces. Se le cita dirigiendo sus tropas a los 13 años en una de las batallas más decisivas de la historia de Europa, y fue armado caballero mucho antes de lo normal. Destacó pronto como trovador (es uno de los mayores poetas del siglo XIII tanto por número como por calidad y originalidad), y tuvo a la reina de Francia entre sus musas hasta el punto de generar todo tipo de rumores e incluso la acusación de asesinar al rey.
Fue un noble de su tiempo, que fomentó la cultura y el comercio, protegió a los judíos siempre que pudo y se resistió a perseguir herejes hasta que no tuvo más remedio; desarrolló y fortificó sus territorios franceses y pacificó el reino de Navarra, revuelto por los desmanes de Sancho el Fuerte y las luchas internas. Hizo poner por escrito los Fueros (una carta otorgada mucho más completa y compleja que la Carta Magna) y gobernó de acuerdo a ellos. Mantuvo la paz y las buenas relaciones con Castilla y Aragón, lo que fue una novedad en el pequeño reino, y hasta con Francia pese a los choques con sus reyes. Ganó algunos territorios a los ingleses en la Gascuña y confirmó el dominio navarro sobre Albarracín.
Teobaldo el Trovador fue además doblemente cruzado: participó brevemente en la cruzada contra los albigenses (que abandonó sin permiso en cuanto cumplió su obligación legal) y lideró la Cruzada de los Barones de 1239 que, sin el apoyo del emperador y contra las instrucciones del Papa, consiguió perder casi todas las batallas y pese a todo liberar Jerusalén y casi todo el territorio perdido anteriormente por los cruzados.
Su cuerpo fue enterrado en Pamplona, su corazón en Provins, y las reliquias que trajo de Jerusalén se llevaron a la catedral. Todos ellos se han perdido, pero el libro les sigue la pista hasta su último destino.
El libro es una pieza fundamental para entender la sociedad y la cultura del Siglo XIII en Navarra y su contexto, y para conocer la vida de un rey asombroso que había conseguido esconderse en los márgenes de la historia.
